Al igual que na entrada anterior, paez que m'escuerren los mios diecinueve años. Trastiando con disketes vieyos a la gueta d'unos apuntes de la carrera (sí, fíos, dalgunos apuntes pasélos a ordenador y too, soi asina d'empollona) apaeció esti microcuentu (circa 2001), que procedo a ofrecevos:
(Daquella escribía más en castellán)
LA ENVIDIA
-¡Vete a tomar por el culo, capullo!- dijo el hombre manco, lleno de ira, al desconocido al que acababa de tumbar con un gancho de derecha (el único posible en su situación, por otra parte). El otro le miraba dolorido y estupefacto: ni él ni las otras personas presentes en el bar podían imaginarse qué había enfurecido tanto al agresor de aquél hombre con el que ni siquiera había cruzado palabra, que se limitaba a rellenar tranquilamente una quiniela mientras tomaba un café. Tres días y cuatro peleas más tarde lo supieron: aquél hombre odiaba a los zurdos.
martes, 20 de mayo de 2008
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